Un díacomún y corriente, realice la visita al Señor Adán Bracho.Este hecho le dio un giro se podría decir de 200 grados a un día que parecía normal.Aparte de cumplir con las actividades comunitarias requeridas por mi trabajo, llegue a la casa de Adán, parecía común y corriente como cualquier otra. Porque solo podía ver lo que estaba antes mis ojos y no9 lo que estaba mas allá de lo percibido por mis sentidos visuales.Al conversar con el señor Adán me encontré nada más y nada menos, con un museo de arte naval.Al entrar, surgieron dentro de mi diferentes sentimientos tomaban posesión de mi ser.Rayos de luz que iluminaban el rostro envejecido del señor Adán, mientras me contaba la historia de su vida y los diferentes amores que invadían su corazón.Mientras realizábamos el recorrido en cada habitación de este museo, contemplaba esas hermosas figuras y colores que armonizaban la esplendida silueta perfectamente tallada de los barcos que adornan los espacios de tan acogedor lugar, entre estas figuras se encuentra el gran amor de adán. Es impactante contemplar la piel morena con destellos rojizos que armonizan su ser, trozos de ramas secas adornando el inicio de sus siluetas. La emoción que embarga el rostro de este señor acopla completamente la figura de la calandria, una canoa que participo en los hechos relevantes de su vida y los encuentros amorosos que marcaron la historia del navegante soñador. El señor adánrealizo esta canoa en miniatura con materiales de reciclaje como lo son la madera, metal, plástico entre otros para nunca olvidar su esplendida figura. Al finalizar la tarde, culminamos el recorrido con una acogedora velada llena de risas cantos y lagrimas, gracias a la nostalgia que representa la historia de Adán.
Un día común y corriente, realice la visita al Señor Adán Bracho.Este hecho le dio un giro se podría decir de 200 grados a un día que parecía normal.Aparte de cumplir con las actividades comunitarias requeridas por mi trabajo, llegue a la casa de Adán, parecía común y corriente como cualquier otra. Porque solo podía ver lo que estaba antes mis ojos y no9 lo que estaba mas allá de lo percibido por mis sentidos visuales.Al conversar con el señor Adán me encontré nada más y nada menos, con un museo de arte naval.Al entrar, surgieron dentro de mi diferentes sentimientos tomaban posesión de mi ser.Rayos de luz que iluminaban el rostro envejecido del señor Adán, mientras me contaba la historia de su vida y los diferentes amores que invadían su corazón.Mientras realizábamos el recorrido en cada habitación de este museo, contemplaba esas hermosas figuras y colores que armonizaban la esplendida silueta perfectamente tallada de los barcos que adornan los espacios de tan acogedor lugar, entre estas figuras se encuentra el gran amor de adán. Es impactante contemplar la piel morena con destellos rojizos que armonizan su ser, trozos de ramas secas adornando el inicio de sus siluetas. La emoción que embarga el rostro de este señor acopla completamente la figura de la calandria, una canoa que participo en los hechos relevantes de su vida y los encuentros amorosos que marcaron la historia del navegante soñador. El señor adán realizo esta canoa en miniatura con materiales de reciclaje como lo son la madera, metal, plástico entre otros para nunca olvidar su esplendida figura. Al finalizar la tarde, culminamos el recorrido con una acogedora velada llena de risas cantos y lagrimas, gracias a la nostalgia que representa la historia de Adán.
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